30.12.11

La lectora con limericks cariocas VI


Hola a todos.
Aquí estamos leyendo y releyendo los limericks que escribieron durante la presentación del libro Limericks cariocas el mes pasado en Casa de letras.
Son muchos y muy buenos pero ya que el ganador tiene que ser uno sólo... elegimos los que consideramos los cuatro mejores.
Nos basamos en la originalidad y, también, en respetar la estructura clásica del limerick (que tenga cinco líneas, que la rima sea AAbbA, que las sílabas sean 11, 11, 7, 7, 11 en cada línea correspondiente, etc).

Empecemos con el de Tobías Benítez y sus ballenas vegetarianas:

Una ballena llamada Tatiana
ya no come más crill, come bananas.
El mundo cambiaría
ya que todas un día
se cambiarían a vegetarianas.

Sigamos con los dos de Andrés Neuman, que tienen la particularidad de haber sido dedicados a ambas autoras (¡gracias!):

En la gloriosa calle del Perú,
donde dicen que vive Belcebú,
Anahí la gigante
hizo un lío importante
¡y nos maravilló hasta el caracú!

Aseguran, temibles, los relatos
que rompía los bordes de los platos
la ilustrada Lucía
con su cartografía
de bichos y estupendos garabatos.

Y finalicemos con el limerick catalinense de Diana Raschelli de Ferraris:

Había una mujer en Catalinas
que tenía en su casa diez gallinas
y todas las mañanas
cuando la despertaban
les tiraba unas cuantas mandarinas.

Y el limerick ganador es... ¡el de Diana! 
Compartimos con todos el premio prometido: una ilustración de Lucía Miranda hecha especialmente para el limerick seleccionado.
Muchas gracias a todos los que participaron escribiendo sus limericks. 




27.12.11

La lectora con los ganadores del sorteo de los doscientos lectores

En octubre celebramos los doscientos lectores del blog sorteando tres libros de Adriana Hidalgo Editora. Si bien hace rato que tenemos los resultados, sólo esta semana conseguimos concluir la entrega de premios.


El africano, de Le Clézio, se fue con Silvia Serlik.


La casa de los cubos, de Kunio Kato y Kenya Hirata, se quedó con Lucía Miranda.


Y Todos los cuentos, de Paco Urondo, se fugó con Diego Ariel Vega.


Una vez más, gracias a Adriana Hidalgo Editora por los libros y a todos por participar.
Y atención que el sorteo por los dos años de blog sigue estando abierto (para participar, pasen por aquí).


20.12.11

"Aprovechá a leer ahora que podés..."


ilustración: Lucía Miranda

Te deseamos que, durante el 2012, puedas hacer todo lo que quieras: como cada año que comienza, éste también viene con doce meses enteritos y flamantes.
¡Felices fiestas!
Con cariño,
La lectora 

15.12.11

La lectora cumple años y el blog también


Durante el mes de diciembre la lectora y este blog cumplen años: la lectora, tres; el blog, dos. El año pasado, lo celebramos así. Para este año tenemos programado un sorteo con varios premios. Vayamos paso a paso...
Alelí Manrique nos donó, para la ocasión, un ejemplar de su último libro de poemas. 


Anotaciones post lectura
Muchos poemas cotidianos, nada pomposos ni solemnes: una lista con deseos de navidad, la descripción de un lunes cualquiera, una navidad sureña en la cual el frío sólo viene de los aparatos de aire acondicionado. 
A lo largo del libro hay pequeñas notas al pie de página como flashes con noticias de último momento que se cuelan entre los poemas. Noticias de esas que podrían producirse en cualquier momento y lugar y que jamás saldrían en un diario. El ir y venir entre los poemas y estas notas le da un ritmo interesante a Lunes, de Alelí Manrique (Ediciones Encendidas, 2011).
Y ya que estamos, les comentamos que Alelí está preparando un nuevo poemario y todos pueden ayudarla a publicarlo siguiendo las instrucciones en el site de idea.me

Darío Kullock, amigo de este blog desde que el blog existe (tal vez lo recuerdan de varios postsnos trajo dos ejemplares de su primer libro.


Anotaciones post lectura
Darío Kullock viene escribiendo cuentos cortos desde hace algunos años, en su blog. Varios de esos cuentos aparecieron en la revista Oblogo. Por eso, leer Dios y otras ironías, el libro que acaba de autoeditar, es como leer su blog en papel o un especial de Oblogo dedicado a los cuentos de Darío.
Si bien todos los relatos (fantásticos, irónicos, humorísticos) están disponibles on line, es un placer contar con este ejemplar de casi cien páginas y saber, además, que el autor tiene la intención de publicar nuevos cuentos en un futuro.

Los chicos de la revista Oblogo nos dieron la colección completa 2010-2011. Ya habíamos sorteado una colección este añoAdemás, es una revista que varias veces nos publicó (por ejemplo aquí, aquí, y aquí también, y aquí, otra vez aquí y aquí). Y, por si fuera poco, nos acompañó al Aconcagua el verano pasado. Así que muchas gracias a Oblogo, siempre, por tanto apoyo. 



No podía faltar un ejemplar de Limericks cariocas, el libro de non sense poetry editado por Caki Books (Rio de Janeiro, 2011), de Anahí Flores (limericks) y Lucía Miranda (ilustraciones). Respondemos antes de que pregunten: el libro está en español a pesar de haber sido editado en Brasil.


Y para terminar, algo de lo que todavía no hablamos. Pocos saben que existe un libro donde el personaje central es la lectora, escrito por el andaluz Riccardo di Pagliaccio, ilustrado por Julio Flores y editado por Caki Books en e-book y en papel. Se llama Límeri de Bueno Saire.
Sortearemos dos ejemplares digitales y, si alguien lo quiere en papel, puede escribir a lalectoraenlaciudad@gmail.com porque todavía tenemos algunos ejemplares disponibles.


Como verán, hay varios premios, todos dignos de ser leídos. Para participar en esta celebración de cumpleaños con sorteo múltiple sólo hace falta dejar un comentario en este post. Eso sí: los anónimos den alguna pista de quiénes son (lo mejor sería dejar un email de contacto; si no, entrar la semana que viene al blog para saber los resultados).
¡Suerte! y ¡vamos por otro año de blog!
Cariños de
la lectora.












13.12.11

La lectora con protector solar


Una literatura difiere de otra ulterior o anterior, 
menos por el texto que por la manera de ser leída.
Jorge Luis Borges

Cuando la lectora lee, las palabras no resultan sólo un conjunto de letras o sílabas: son detonadores de ideas y de recuerdos, reales o imaginados. El libro se transforma en la suma de lo que el autor escribió y lo que a ella le despierta. Pero entonces, se pregunta: ¿a quién pertenece ese libro, al autor o al lector? ¿Le gustaría a este autor que se lean sus libros desde el agua, por ejemplo, o se pondría nervioso por si le salpican las páginas?
La lectora considera que el libro es, desde el momento en que lo lee, de ella. Lo lleva a la pileta consigo aunque al final del día quede un poco pegoteado con protector solar y gotitas de agua.


También en: Los martes miento (revista virtual semanal)

6.12.11

La lectora, por Guybrush


A medida que se acerca fin de año, las rutinas se alteran, todos corren de un lado a otro, no sobra tiempo para nada. Por eso la lectora aprovecha que el chico que escribe más arriba en la revista Los martes miento (lo llaman o se hace llamar Guybrush) en estos días pasó de visita por aquí y escribió algo que… bueno, tiene que ver con leer. Y ella, ninguna tonta, se apropió del texto  -y de la foto- para su columna y así se toma vacaciones por este martes.

La lectora, por Guybrush 

Si bien es probable que en cualquier momento se necesite pasaporte y visa para entrar a Capital, por más que sea difícil de creer, vivir un par de cuadras más allá de la loma del traste tiene ciertos beneficios.
Ejemplos: en verano la gente aún se sienta en la puerta a tomar fresco, los vecinos se ayudan, el tránsito no es enloquecedor y si a un grupo de aliens se les ocurre atacar Buenos Aires, para cuando lleguen a mi casa yo ya me morí de viejo.  
Pero creo que lo mejor de vivir lejos es que uno puede leer mucho en los medios de transporte.
Sé que también puedo leer en casa (o en el baño del trabajo), pero colgarse con un libro en el colectivo o el tren tiene cierta magia. Cierta capacidad de acelerar el tiempo y de permitirte disfrutar del transporte público.
Escuchar música tiene onda, pero hay dos puntos en contra: digamos que no viajo en el silencioso TGV, así que el ruido del San Martín “enmascara” (por no decir “tapa completamente”) el sonido. Además, al escuchar música aún tengo los ojos “desocupados”, y mirar los dantescos paisajes del conurbano por la ventanilla no es muy motivador.
En cambio con un libro es diferente. Uno puede abstraerse completamente del mundo (después de asegurarse de que su billetera quede bien cubierta) y disfrutar. No mira por la ventanilla, el sonido del tren lo arrulla en vez de apabullarlo, practica equilibrio viajando parado y sosteniendo un libro pesado, se hace el intelectual con la chica de al lado, controla con más facilidad las ganas de masacrar al payaso que escucha música sin auriculares y no se distrae con los engañosamente tentadores y posiblemente fatales ítems de los vendedores ambulantes.
Compadezco a la gente que vive en Capital… porque no puede leer en el transporte público (al menos, no por mucho tiempo) y porque cuando lleguen los aliens van a ser los clásicos giles que mueren siempre al comienzo de la película, mientras el congreso explota en una bola de fuego y el obelisco se derrumba, en un simbolismo fatal sobre la caída de la civilización.
(Nota mental: cortar un poco con la Ciencia Ficción.)

"Leer es, para mí, no solo tener una idea de lo que dice el escritor, sino escaparse con él y viajar en su compañía."  André Gide, escritor francés.